Una secuencia. Una sola y extremadamente violenta secuencia sirve para describir la más que excelente nueva película del gran David Cronenberg, Promesas del Este. En ella se puede ver la desesperada lucha de un hombre por zafarse de su prácticamente segura muerte. Desnudo, con el cuerpo repleto de extraños tatuajes y sin más recursos que sus propias manos frente a dos «armarios» armados y con muy malas intenciones. Él es Nikolai (Viggo Mortensen) hierático chofer de Kirill (Vincent Cassel), el impulsivo y descerebrado hijo de Semyon (Armin Mueller-Stahl), padrino de una de las más peligrosas organizaciones mafiosas rusas afincadas en la ciudad del Támesis, los Vory V Zakone (algo así como «Hermanos ladrones», una organización mafiosa real surgida en las cárceles de Siberia durante las purgas Stalinistas de lo años 30, con una estructura y jerarquías perfectamente definidas y que se caracteriza, además de por su estricto código de conducta, por una serie de tatuajes que definen el puesto que su portador mantiene dentro de la organización, hasta el punto de que en las cárceles rusas se dice que si un preso no lleva tatuajes es poco menos que invisible), ellos unos asesinos despiadados llegados de Georgia con la intención de asesinar al culpable de la ejecución de un miembro de la familia. En poco menos de 5 intensos minutos la violencia extrema explota frente a espectador que se queda literalmente clavado en la butaca. Es una de esas secuencias que impactan, que una vez la has visto se queda prendada para siempre en tu memoria para ya jamás olvidarla, y es además el punto de inflexión que marca el punto sin retorno en la trama de una película que va mucho más allá de su más que descarnada y puntual violencia, la gran mayoría del tiempo más sugerida que evidente.
Una trama que da comienzo cuando Anna (Naomi Watts), una comadrona de origen ruso, ve como una niña de 14 años muere desangrada al dar a luz a una pequeña. Con el cuerpo acribillado a pinchazos y lleno de cardenales su única pertenencia es un pequeño diario en el que al parecer la pequeña ha ido anotando lo que ha sido su corta vida. Viendo el incierto futuro que se cierne sobre la pequeña y con la intención de buscarle un mejor porvenir, la joven comienza a intentar desentrañar el contenido del diario, y es así como entra en contacto con Semyon, el aparentemente afable propietario de un restaurante de lujo, y sobre todo con Nikolai, el reservado y parco en palabras chofer de la familia. Pronto se dará cuenta de su tremendo error y descubrirá que lo que ella pensaba que eran las inocentes palabras de una desgraciada emigrante, puede sacar a la luz unos terribles y oscuros hechos que pueden poner en un serio peligro el futuro de la organización…
Escrita por encargo por Steve Knight, lo que en un principio iba a ser un telefilme sobre el tráfico de seres humanos controlados por europeos del Este en el Londres actual, pronto se vio que era una historia que daba para mucho más, y es así como los productores tuvieron la feliz idea de enseñarle el primer guión al realizador canadiense que, según sus propias palabras, se quedó «inmediatamente atrapado en el intenso mundo de la subcultura mafiosa londinense».
Una vez se hizo cargo del proyecto, y ya con la participación asegurada de Mortensen (que, como suele ser habitual en él, se encargo de mejorar sustancialmente su personaje. De su propia investigación surgiría todo lo relacionado con los tatuajes que portan los personajes), director y guionista formaron un perfecto dueto que finalmente le dio forma a la dura historia que conforma la película, un thriller sobre el crimen organizado y sus luchas internas, que mezcla dramas familiares con la dura realidad del tráfico de humanos.
Una película que Cronnenberg nos muestra con las hechuras de un drama clásico, tanto en su formato como en sus intenciones, aunque no exento de los habituales temas que desde siempre han interesado al realizador (la violencia en todas sus formas y expresiones y lo que esta significa para los que la sufren, la profanación de la carne, la fascinación por lo mórbido, etc. ) que a través de su corto y conciso metraje (según imdb existen dos versiones una de 100 minutos, la otra de 96), y un ritmo pausado y tranquilo -salvo ocasionales estallidos de violencia, como ya comentaba al principio-, nos muestra un oscuro mundo y una grave realidad, todo ello a través de unas imágenes que retratan un Londres frío y lluvioso como muy pocas veces se ha visto en una sala de cine.
Con un reparto actoral prácticamente en estado de gracia, en el que hasta los secundarios brillan seguramente debido a la excelente definición que de cada uno de ellos nos brinda el guión, y en el que casi todos los personajes tiene más de una doblez y algún que otro secreto poco claro (salvo el personaje de Naomi Watts, que precisamente por su uniformidad resulta el menos interesante, aunque esto no desmerezca el trabajo de la actriz), y una puesta en escena pausada y tremendamente acertada y funcional, Promesas del Este (título realmente acertado que cobra todo su sentido una vez ha concluido la proyección de la película) se configura desde ya como una de las mejores películas dirigidas por un realizador que ya nos ha regalado más de una excelente película -desde la magnífica y por desgracia un tanto infravalorada Una historia de violencia (película con la que muchos querrán ver algún que otro paralelismo con la película que nos ocupa), la inesperadamente interesante nueva versión de La Mosca, la inquietante Inseparables o la desasosegante Videodrome, entre otras muchas- y por derecho propio en una de las mejores películas estrenadas a concurso en el Festival de San Sebastián 2007.
Para ampliar información:
Web oficial de la película:
http://www.focusfeatures.com/easternpromises/
Enlace a todo lo relacionado con la película dentro de la web del festival de San Sebastián, incluido el trailer en inglés, y vídeos sobre la interesantísima rueda de prensa que su responsables dieron en el festival:
http://sansebastian.mister-i.com/galerias2007/pelicula_es2.jsp?id=550162
Trailer en castellano de Promesas del Este:
http://videos.cinemavip.com/informaciondecontenido.php?con=962
Barry Collins, niño entusiasmado.
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