Oscar Mariné se ha vuelto a encargar de la elaboración de los carteles del festival.
Según el autor:
«Es un gran foco, un altavoz, un proyector. Es una imponente antena que emite y recibe información y energía. Una referencia y símbolo cinematográfico.
Marine explica que el icono es de madera, orgánico. Metáfora del pueblo y la cultura vasca. Es rosa, un color que lo acerca a la vocación de modernidad del Festival y nos remite a las propuestas más jóvenes y originales del cine actual. En la edición anterior se optó por un cartel simbólico de la ciudad de San Sebastián, más clásico. Este año nos acercamos a la cultura vasca, al cine y a la juventud. Todo ello tamizado por los términos visuales de la cultura pop».
Mikel Olaziregi se ha mostrado muy satisfecho con el cartel de esta edición, que refleja «las raíces» del Festival de Cine de San Sebastián en su ciudad y «una gran fuerza».
Mariné se decanta, como el año pasado, por no relacionar el cartel con un motivo cinematográfico concreto, mas bien quiere que el espectador se pare a pensar sobre el significado de lo expuesto, cartel con mensaje.
Firmado por: «Reverendo» Harry Powell
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