EL CABALLO DE DOS PIERNAS de Samira Makhmalbaf
SECCIÓN OFICIAL
Un hombre de la ciudad llega a un pueblo muy pobre y ofrece trabajo a un joven campesino. Pero antes de conseguir el puesto, deberá competir con otros chicos para saber quién es capaz de llevar a un niño al que una mina le voló las piernas. El joven campesino gana. Por un dólar diario lleva su carga al colegio, echando carreras con los burros en la calle; baña al niño, juega con él, se ocupa de él, pero el pequeño minusválido quiere que su padre le compre un caballo de verdad. No quiere a otro niño.
El año pasado pudimos ver el trabajo de su hermana pequeña “Buda explotó por vergüenza” y este año le tocaba a la hermana mayor de los Makhmalbaf, el resultado es bastante desigual, mientras el año pasado asistimos a una obra importante y reconocida por crítica y público, este año he asistido a una de esas cargantes cintas en las que la historia por mínima casi no existe, en la que los personajes repiten hasta la saciedad todas las frases, en donde vemos una y otra vez los mismos escenarios, las mismas situaciones, las mismas caras.
Lo siento mucho pero ya me he cansado de este cine, te sientas en la butaca dando de antemano un voto de confianza por la pobreza de medios, pero todo tiene un límite, dos personajes entrelazados por una empresa surrealista en una historia que sólo daría para un corto de 20 minutos, un guión (si es que existe) en donde podemos asistir al record del mundo de repetición de una palabra sin que la cámara se mueva de su encuadre, bonitos y desolados parajes que terminan aburriendo porque cada cinco minutos salen en pantalla, hechos y aptitudes incomprensibles incluso para gente que como yo nos hemos tragado multitud de films como este, pequeñas “gotas de humor a la iraní” que te dan pequeñísimos respiros ante tanto silencio, ante tanta secuencia alargada, pero que no consiguen enmascarar la sensación de pesadez del metraje.
Poco más puedo decir, sólo que se oían voces antes de empezar el festival con la supuestas excelencias de este film (por parte de los miembros de selección) en cuanto a esa relación que entablan los dos niños protagonistas, que si que la hay, pero que les diría que no vale solo con eso, que para que nos la creamos y la sintamos hay que esforzarse por hacerla algo menos indigesta, que para demostrar que la sociedad de su país sigue anclada en el pasado y no evoluciona con la rapidez que se le presupone no es necesario que tanto actores como espectadores suframos parecidas pesadillas.
“El hombre se convierte poco a poco en animal bajo la opresión de un poder creado por él mismo”. Samira Makhmalbaf
PUNTUACIÓN: 4 (sobre 10)
EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS de Mark Herman
SECCIÓN OFICIAL – FUERA DE COMPETICIÓN
Berlín, 1942. Bruno (Asa Butterfield) tiene nueve años y desconoce totalmente el significado de la Solución Final y del Holocausto. No es consciente de las pavorosas crueldades que su país está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo lo que sabe es que su padre (David Thewlis) ha ascendido en su trabajo y que ha pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada en la que no hay mucho que hacer y sobre todo nadie con quien jugar. Pero todo cambia cuando conoce a Shmuel (Jack Scanlon), un chico que vive una extraña existencia paralela al otro lado de la alambrada y que, como todos los que habitan allí, viste un uniforme similar a un pijama de rayas. La amistad de Bruno y Shmuel marcará el fin de su inocencia infantil.
No me duele reconocerlo, he llorado como una magdalena, cuando ha llegado el final del metraje y tras salir de la sal y he recibido una llamada para preguntarme sobre lo que me había parecido el film y he vuelto a recordar lo sucedido.
Los amantes de la literatura ya sabrán de lo que les hablo porque seguro se han leído ya el bestseller en el que está basada esta película, y los que no hayan tenido ese gusto, decirles que aunque no seré yo quien lo desvele no pasa nada si os digo que es un final cantado, de esos que se ven venir, pero que no por ello evita que tu cuerpo se estremezca por la suerte del protagonista.
Película de corte clásico, música de James Horner (mi buen amigo Carlos ya estará echando pestes), actores creíbles, excelente trabajo técnico tanto de dirección artística como de vestuario como de fotografía, y una dirección muy calculada a sabiendas de que plasmar un libro tan corto podía desembocar en un film aburrido por estirado. El director se toma su tiempo para que comprendamos todo lo que rodea a ese niño, su familia, la situación social y política de su país, sus inquietudes como cualquier niño de 8 años, los personajes que toman contacto con él, todo ello para que comprendamos todas y cada una de las decisiones que toma nuestro protagonista, y digo nuestro porque esa carita y esos ojos serán difíciles de olvidar en mucho tiempo.
No hablamos de cine de altura, es un cine más bien conformista, de esos que ofrecen lo que uno va a buscar, correcto, llevadero, incluso proclive a ser infantil en cuanto a sus situaciones, simple y muy muy academicista, pero tremendamente justo en sus pretensiones, que nos involucremos en vivir las aventuras de un niño de 8 años que ni entiende ni comprende que el mundo que le rodea va por otros derroteros.
PUNTUACIÓN: 7,5 (sobre 10)
Anécdotas del día
- El público del Kursaal aplaudióa rabiar al finalizar la proyección del «El niño con el pijama de rayas» a pesar de que su final te deje completamente noqueado, a pesar que afloren los pañuelos para secar los ojos humedecidos por el destino de ese personaje tan encantador. Un auténtico éxito.
En algún momento ha parecido que se celebraba algún tipo de celebración por el cine patrio, en unas horas la organización ha reunido a un ramillete de profesionales de nuestro cine para los más diversos cometidos, desde recibir el Premio Donostia por parte de ANATONIO BANDERAS, pasando por quien se lo entregaba, ni más ni menos que PEDRO ALMODOVAR, continuando por JAVIER BARDEM y su Premio Nacional de Cinematografía, aquellos que llegaron expresamente para arropar a Javier, caso de PILAR BARDEM o JUNA DIEGO, miembros del jurado como es el caso de LEONOR WATLING, los presentadores de la gala de inauguracion que aún seguían por Donostia (MIGUEL ÁNGEL SILVESTRE, BELÉN RUEDA, JUAN ECHANOVE), y alguno más que seguro me dejo, como la presidenta de la academia ÁNGELES GONZÁLEZ SINDEZ
Lo dicho, una auténtica reunión del cine español.
Antonio Banderas recogió su premio Donostia (merecidamente o no). Fue una entega emotiva, en la que el actor volvió a derrochar sus dosis habituales de carisma y de simpatía, hasta por dos veces consigió que el público se pusiera en pie para aplaudirle, una máquina de persona, será lo que quieran que sea como actor, pero es uno de los mejores representantes que podíamos tener al otro lado del charco.
El mismo Javier Bardem lo dijo en la rueda de prensa de Vicky Cristina Barcelona: «Le debemos mucho a Antonio, ha sido y es el espejo en el que mirarnos».
- La llegada del televisivo Miguel Ángel Silvestre (Sin tetas no hay paraiso) al Hotel Maria Cristina, al Kursaal, y supongo que a cualquier zona de la ciudad, ha desatado la locura entre los más jóvenes, gritos, carreras, flashes, y posiblemente algún desmayo que han hecho que el personal ande un poco revolucionado.
Firmado por: «Reverendo» Harry Powell
Escribe un comentario