TIRO EN LA CABEZA de Jaime Rosales
SECCIÓN OFICIAL
Ion es un tipo aparentemente normal. Se levanta por la mañana, desayuna, arregla sus cosas, se reúne con unos abogados. Una noche en una fiesta conoce a una chica. Pasan la noche juntos en el apartamento de ella. Su vida transcurre sin sobresaltos. Una llamada en una cabina de teléfonos; un encuentro con un amigo; pequeñas situaciones cotidianas sin importancia. Un día se sube en un coche con otras dos personas. Cruzan la frontera a Francia. Pasan la noche en casa de un matrimonio. A la mañana siguiente un encuentro fortuito en una cafetería de carretera acaba con la vida de dos guardias civiles vestidos de paisano.
Durante una hora, el filme muestra la vida absolutamente normal de un tipo que está solo, que cruza sus soledades con otros solitarios. «Este etarra va a la oficina, se encuentra en el parque con su hermana y su sobrino, que en una fiesta liga con una chica… Una cosa muy cotidiana, en la que un día monta en un coche con dos tipos más con los que va a una cafetería y allí desayuna, y de repente (a lo largo de los últimos 20 minutos del metraje) se cruza con los dos policías.
Punto y final, paso de polémicas, de políticas o de si es acertado tocar el siempre complicado del terrorismo de ETA desde este punto de vista, yo solo opino que alavo la valentía de Rosales para experimentar pero que mejor lo haga de cara a sus amigos, que eso de poner la cámara en la lejanía, dedicarse a filmar vidas tremendamete cotidianas, no incluir diálogos o tener que estar atento a los sonidos que se escuchan de fondo no lo aguanto, lo siento.
Cine demasiado abierto, tan amplio que el mismo director ha dicho que no sabe «muy bien qué cuenta o de qué trata el filme», pretenciosamente estimulante, aunque supongo que para unos pocos (tras observar al resto de los críticos), futurista en cuanto a la búsqueda de nuevos caminos cinematográficos, participativa,… olvídense de ella como yo lo estoy haciendo tras acabar esta mi penúltima frase.
Un mal sueño hablando de cine, un buen vehículo para la polémica si hablamos de otras cosas…
PUNTUACIÓN: 5 (sobre 10)
PERRO COME PERRO de Carlos Moreno
HORIZONTES LATINOS
El Orejón (Blas Jaramillo) es un criminal violento y agorafóbico que vive rodeado de telescopios en un lujoso piso del centro de Cali, Colombia. Cuando asesinan a su ahijado, acude a una sacerdotisa vudú para vengar su muerte lanzándole un maleficio al asesino, Eusebio. Por otro lado, el Orejón contrata a Víctor (Marlon Moreno) para que se haga con el dinero de un par de gemelos escurridizos. Víctor toma la terrible decisión de quebrantar la ley sagrada del mundo de los criminales y se queda con el dinero.
Película representante de Colombia para la mejor película extranjera en los próximos Oscar, exhibida en el Festival de Sundance de este año, y con algún que otro premio interacional.
Descarnada, sangrienta, oscura, sofocante, una thriller en toda regla en donde lo que manda es la imagen y el sonido, en donde los personajes bailan al son del ritmo asfixiante que este director especializado en videoclips le ha imprimido. Una peli a lo Tony Scott pero con la mala leche de Tarantino, un buen producto, eso sí para no todos los estómagos, para no todos las miradas. A destacar el trabajo del actor protagonista (que alcanzó la fama por aquellas tierras con el papel principal de la serie “Sin tetas no hay paraíso”, la versión original de la que actualmente se emite en nuestro país), y del malo malísimo de la función, un actor al que todos han querido homenajear ya que murió poco después de finalizar el rodaje.
Un thriller en clave tragicomedia muy muy negra, con elementos de santería, acción, suspense, y un trabajo muy eficaz de cámara y de ritmo, los planos van y vienen, la música aparece estridente y desaparece silenciosamente (por cierto, excelente banda sonora), los personajes no se pisotean los unos a los otros, todos tienen su porqué (gracias a un buen guión), la acción está dosificada, el ambiente hostil y sofocante se palpa en la cinta desde el principio. Muy lograda.
Abstenerse los que rechacen la sangre, las imágenes mareantes, el acento colombiano, o los que tengan pensado viajar a Colombia alguna vez, la verdad es que el cine de allí no para de retratar un país lleno de sangre, corrupción, y de peligro constante, para el resto, lo pasaréis bien, es una peli de las que hacen afición.
PUNTUACIÓN: 8 (sobre 10)
LOUISE-MICHEL de Benoît Delépine y Gustave Kervern
SECCIÓN OFCICIAL
Una fábrica en algún lugar de la Picardía francesa. Una mañana, las trabajadoras descubren que, durante la noche, lo han liquidado todo y que la dirección, cómplice de la operación, ha desaparecido sin dejar rastro. Escandalizadas, pero realistas, deciden hacer un fondo común con sus ridículas indemnizaciones para reorganizarse. Se consideran varias propuestas hasta que Louise, la más radical de todas, propone, ni más ni menos, ¡contratar a un asesino a sueldo para que mate al jefe!
He de clasificarla como una broma que roza el mal gusto pero que entretiene y te hace reir. Una comedia de los absurdo que te sorprende desde el primer plano, que juega con el espectador en busca de la risa fácil a través de las desventuras de unos personajes absurdos, irreales y tremendamente patosos, algo así como «Dos tontos muy tontos» o » Napoleon Dynamite» pero a la francesa.
Comedia negra desde el primer y maravilloso plano inicial en un crematorio, realizada con un alarde de ingenio fuera de toda duda, con una historia que hay que coger con pinzas pero que te acaba seduciendo por el buen trabajo de la pareja protagonista (unos frikis encantadores en un mundo en donde no encajan). A pesar de que el tema central es lo suficientemente serio (el papel de las grandes muntinacionales con la pequeña empresa) , los directores nunca se lo toman en serio, es más, en ningún momento puedes sacar la conclusión de que es algo serio, la película no te da respiro, es un continuo gag tras gag.
«El gag visual en el cine supone el hallazgo de lo imprevisto dentro de una sucesión lógica de acontecimientos, la irrupción de un suceso inesperado que distorsiona la realidad dotándola de nuevos sentidos que provocan la risa en el espectador».
Vale la pena verla aunque sólo sea para observar detenidamente el trabajo de la pareja protagonista, dos personalidades con mucho en común, a cual más friki, y con la gracia suficiente para que nos creamos todas las marramachadas de las que son capaces de llevar a cabo durante todo el film.
Muy recomendable para mi buen amigo Barry Collins, apuntala porque es de las que te gustan.
Un saludo
PUNTUACIÓN: 6,5 (sobre 10)
LAKE TAHOE de Fernando Eimbcke
ZABALTEGUI – PERLAS DE OTROS FESTIVALES
Premio Alfred Bauer y Premio Fipresci en el Festival de Berlín. “Revelación Fipresci del Año” en la Semana de la Crítica de Cannes.
Juan, un chico de dieciséis años, sufre un accidente automovilístico al tratar de huir de un hogar en el que reina el dolor. Rastrea la ciudad en busca de alguien que le repare el coche y conoce a Don Heber, un viejo mecánico cuya única compañía es Sica, un perro boxer; a Lucía, una joven e ingenua madre que trabaja en una tienda de recambios; y a David, un mecánico obsesionado con Bruce Lee y las artes marciales. A través de sus contactos y los absurdos y desconcertantes mundos en los que viven estos personajes, Juan consigue dar sentido a algo tan natural e inexplicable como es la muerte. Del director de Temporada de patos (Duck Season, 2004).
Cine minimalista al estilo de la fabulosa «Historias mínimas», cine liviano y sencillo, de planos fijos, basado en una maravillosa fotografía y en el poder envaucador de una cámara que es capaz de extraer lo mejor de cada paisaje, de cada situación, de cada conversación, un cine con pocas palabras (pero porque no son necesarias).
Este mexicano ya llamó la atención con su anterior película, es por ello que el Instituto Sundance apostó por él para su segunda realización, y la verdad es que han dado en la diana, promete y mucho, se le ve cómodo contando pequeñas historias, enclavadas en lugares mínimos, pobres, casi sin vida.
El mismo director nos cuenta: Me gusta trabajar con los menos elementos posibles porque siento que tengo más control de esa manera»
Eimbcke tiene además otro toque personal con los fundidos en negro para pasar de una escena a otra, momento que aprovecha para dar mayor protagonismo al sonido en forma de dialogo porque la película no tiene música. Él piensa que el oído es mucho más inventivo que el ojo y le gusta trabajar con ese recurso.
Como en su primera obra, ‘Temporada de patos’, con la que fue descubierto en el Festival de Cannes en 2004, Fernando Eimbcke dirige una mirada aguda y tierna al mundo de la adolescencia, combinando con maestría drama y humor. Como en la vida.
Repasar lo que llegaron a decir de la película tras su paso por Cannes es clarificador:
El diario Le Monde recalcó «el sentido de la lílote y la sutilidad narrativa del director» y «la belleza plástica del filme». «Las idas y venidas del personaje revelan un universo, personajes y encadenamientos discretamente desfasados, a la manera de un Jim Jarmuch que hubiera atravesado el Río Grande», escribió el crítico del periódico, afirmando que «‘Lake Tahoe’ impregna la vista y estimula la imaginación».
El crítico del diario l’Humanité califica la película de «suculento ensayo de mimimalismo» y afirma que Eimbcke es «una mezcla de Bresson por la exigencia formal, Sergio Leone por la dilatación del tiempo y el espacio, Jim Jarmusch por los personajes desfasados, Aki Kaurismaki por el minimalismo y Tsai Ming-Liang por la extrañeza».
La revista cinematográfica Première elogió de la misma manera ‘Lake Tahoe’. «Del silencio compacto apenas roto por algunos diálogos emergen escenas tragicómicas que dicen, en filigrana, el fin de la adolescencia, el abandono y la espera», estimó, agregando que la película «destila una musiquita agridulce y un humor sutil».
El crítico de la revista Ciné Live lamentó que el espacio de su artículo no fuera suficiente para «dar ganas de descubrir esta pequeña maravilla». «Con un sentido de la escenificación de increíble precisión, de poesía y de inventividad, pasando del humor a la melancolía con discreta maestría, Eimbcke firma uno de los filmes más entusiasmante y más conmovedores» de esta temporada, afirmó.
Poco más que decir
PUNTUACIÓN: 9 (sobre 10)
Firmado por: «Reverendo» Hary Powell
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