Tras un año de espera, la 57ª edición del Festival de San Sebatian ya está aquí, hoy se ha dado el pistoletazo de salida a esta nueva y esperanzadora edición.
9 días por delante para contaros en vivo y en directo todo lo que ocurra en esta maravillosa ciudad, 9 jornadas en las que mezclaremos críticas, noticias y reflexiones sobre lo que mis ojos y mis oidos alcanzen a ver y oir.
Lluvia de películas, de famosos, y de público, pero también lluvia de la de verdad, de la que moja, una incesante lluvia nos ha recibido desde el punto de la mañana y nos ha acompañado a lo largo del día, es la única pena de una jornada intensa, como suele ser cada año.
Habitualmente quien acapara la atención de los medios suele ser la película que inaugura el festival (compita o no), pero este año es diferente, y no sólo por los recortes económicos, sino también porque la atención del día a girado irremediablemente hacia la pareja Brad Pitt / Quentin Tarantino y sus Malditos Bastardos (Zabaltegui – Perlas de otros festivales).
El director se adelantó a su actor, ya que llegó en la tarde del jueves al Hotel Maria Cristina (sede principal de las estrellas), mientras que Brad Pitt lo ha hecho hoy mismo, a eso del mediodía, y mientras la llegada del director fue fría y distante, la del actor ha sido cálida ( a pesar del tiempo), cercana y muy del gusto de los fans que se agrupan en cada esquina, en cada punto del recorrido del actor por la ciudad.
Va estar poco tiempo en Donostia, pero seguro que su paso pasará a engrosar la nómina de fenomenos mediáticos como en su día lo fueron Richard Gere o Kevin Costner, entre otros.
Pero, como diría Don Francisco Umbral, “yo he vendido a hablar de películas”, y por ello empezaremos la crónica del día con una de las sensaciones de Cannes, la última película de un cineasta capaz de dividir a crítica y público, una obra maestra (cuando veáis la película sabréis el porque de esta afrmación) o un bodrio infumable.
MALDITOS BASTARDOS (Inglorious Basterds) de Quentin Tarantino
Película que inaugura la Sección Zabaltegui.
Argumento: Segunda Guerra Mundial. Durante la ocupación alemana de Francia, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia a manos del coronel nazi Hans Landa (Christoph Waltz). Shosanna consigue escapar y huye a París, donde se forja una nueva identidad como dueña y directora de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) organiza un grupo de soldados judíos para tomar represalias contra objetivos concretos. Conocidos por el enemigo como “The Basterds” (Los cabrones), los hombres de Raine se unen a la actriz alemana Bridget Von Hammersmark (Diane Kruger), una agente secreto que trabaja para los aliados, con el fin de llevar a cabo una misión que hará caer a los líderes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse…
Crítica: Olvídense de la historia, olvídense de los personajes, olvídense de Brad Pitt, pasen a su cine más cercano, acomódense en su butaca, y déjense llevar por los “momentos made in Quentin Tarantino”, prometo que no se van a aburrir con las 5 mini historias (que se verán enlazadas finalmente), que por si solas bien podrían alcanzar el nivel de pequeñas obras… casi maestras.
No esperen grandes batallas ni grandes orgías de violencia, que si la hay, pero en menor cantidad de la esperada aunque con la esperada dosis de crueldad y niveles que rozan lo gore (y sin rozarlo). Si esperen, y eso es lo que más me ha gustado, grandes dosis de “paciencia visual”, es decir, prepárense para aguantar numerosas parrafadas en torno a un solo escenario, conversaciones que se alargan hasta la extenuación, frases antológicas, guiños cinéfilos, y un sin fin de delirios propios de alguien a quien la historia es una mera excusa para divertirse con la cámara.
No hay intérpretes principales, todos son copartícipes de la historia tanto en el tiempo en pantalla como en el trato dado por el director, al igual que todos son secundarios de lujo de una historia ridícula, pero como dije antes, lo que cuenta no es relevante.
El papel de Brad Pitt es meritorio por rozar los límites de lo exagerado, pero funciona tan bien que hasta resulta de lo más gracioso del film, hay alguna caracterización más a destacar, pero de quien no se puede omitir alabanzas es del actor austriaco Christoph Waltz (quien finalmente no ha podido venir a San Sebastián, a pesar de que se le esperaba) ya que da vida a un oficial alemán de las ss de lo más logrado, perfecto en su papel de detective, asesino de judíos, y fiel guardián de la cúpula nazi, un tipo encantador y embaucador, a la vez que despiadado e implacable, un personaje que entra desde ya en mi cuaderno de personajes inolvidables y que a bien seguro oiremos hablar porque seguramente será un candidato a los Oscar de este año en la categoría de mejor actor secundario.
Lo mejor: Christoph Waltz en el papel del Coronel Hans Landa, la planificación de unas escenas que terminan por quitarte el hipo, esos diálogos imposibles y la mar de delirantes, la música (como siempre), el humor, su crudeza, Brad Pitt, y una joven cuyo rostro me ha cautivado, su nombre Mélanie Laurent.
Lo peor: lo ridículo de la historia, los pequeños cameos de amiguetes del director (no aportan nada), que puede aburrir si no se es paciente con cada larga escena o con lo ha venir, que se le critique por hacernos pasar un rato agradable.
NOTA DCINE: 9
Cronológicamente habría que haber hablado de Chloe, la película del canadiense Atom Egoyan, que por cierto, es la primera vez que viene a este festival, y que es la película que ha dado el pistoletazo de salida a este certamen oficialmente denominado como el “festival de los realizadores”, y podemos dar buena fe de ello con tan sólo ver la nómina de directores que se pasarán por aquí durante estos días.
CHLOE de Atom Egoyan
Película que inaugura la Sección Oficial del festival de este año.
Argumento: Catherine, una doctora de éxito, sospecha que su marido David, un guapo profesor de música, la engaña. Con el fin de acallar sus sospechas y temores, contrata a Chloe, una joven irresistible, para que ponga a prueba la fidelidad de David. Los tórridos cuentos de Chloe sobre sus encuentros con David embarcan a Catherine en un viaje de redescubrimiento sexual y sensual. Pero, al abrir la puerta a la tentación, pondrá a su familia en un grave peligro…
Crítica: Thriller erótico protagonizado por Julianne Moore, Liam Neeson y Amanda Seyfried.
Remake de una película francesa dirigida por Anne Fontaine hace 6 años y que se tituló Natalie X.
El director canadiense se siento tremendamente cómodo con estas histotrias, y se nota desde las primeras frases en boca de una seductora Amanda Seyfried (la Chloe del título). Son esas primeras palabras, esos primeros susurros una clara declaración de intenciones de hacia donde nos vamos a embarcar.
Atom Egoyan pasa a ser (si ya no lo era) en el director de la seducción, de la manipulación (más de los personajes que del espectador), y de la fantasía sexual, y lo no lo digo yo, lo dice su película.
Las escenas están plagadas de sutiles frases, embaucadoras miradas, o cautivadores planos, todo ello para que podamos creernos, no la historia (ya conocida), sino lo que fluye por las mentes de los personajes femeninos en cuestión, todo está milimétricamente organizado para que los espectadores se impregnen de ese fuego de sentimientos que desprenden los cuerpos de Moore y Seyfred, Seyfred y Moore, dos bellezas (cada cuál a su manera), dos formas distintas de seducción.
Como no, Julianne Moore fantástica, una mujer que transmite siempre una seguridad brutal en todo lo que hace, esta vez como mujer sufridora, mujer que duda de su marido, y que acabará dudando hasta de ella misma. Tal vez muchos verán en Amanda Seyfried a la sorpresa agradable de la película (por cierto, cualquiera juraría que esta jovencita es la misma “mojigata” del musical Mama Mia, vaya cambio !!!), lo es, pero he de decir que es gracias al magnetismo que desprende Julianne en cada plano, a lo que esta prometedora mujer de 23 años responde con fuerza.
Liam Nelson comedido y a sabiendas que su papel no es para lucirse, tan sólo sirve de apoyo, a pesar de ello, impecable (a pesar de que coincidió con la muerte de su esposa, un hecho que no condicionó su regreso para terminar las escenas que faltaban por rodarse, todo un señor de los pies a la cabeza).
Lo mejor: las dos actrices protagonistas, los encuentros entre la ama de casa bien posicionada y la prostituta de clase baja, las escenas de sexo (justas y necesarias), la casa familiar (yo quiero vivir allí), la música de Michael Danna.
Lo peor: que era una historia ya conocida (sobretodo para todos aquellos que vimos la original), situaciones previsibles (aunque no importa), la historia del hijo, una segunda parte que enegrece una primera parte magistral.
NOTA DCINE: 6
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, por hoy…
Para mañana sábado:
El baile de la victoria de Fernando Trueba (Sección Oficial – Fuera de competición) 😳
Le Refuge de Francois Ozon (Sección Oficial) 🙄
Yuki & Nina de Nobuhiro Suwa y Hippolyte Girardot (Zabaltegui – Perlas de otros festivales) 😉
Precious de Lee Daniels (Zabaltegui – Perlas de otros festivales) 😆
Firmado por: “Reverendo” Harry Powell
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