DÍA DEL CINE ALEMÁN Y SOBRETODO DÍA DE LA PRIMERA CANDIDATA A LA CONCHA DE ORO
Era un día señalado en el calendario, por un lado, era el día en el que se podria ver a la cinta ganadora en Cannes y galardonada con el Premio Fipresci de la crítica internacional, y por otro, era el día señalado por un servidor para ver la nueva pelicula de dos de mis directores predilectos: Juan José Campanella y Ang lee, y junto a estas dos películas señaladas, otra opción nada desdeñable proveniente de Alemania, el resultado ha sido el siguiente:
EL SECRETO DE SUS OJOS de Juan José Campanella
Participa en la Sección Oficial.
Argumento: es el final de la década del 90. Benjamín Espósito (Darín), secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Espósito nos hace recorrer los años 70, cuando en la Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser. Crimen, amor, justicia, política y venganza se confunden y entremezclan en la vida de los personajes. Una película en la que se entrelazan los dilemas morales en torno a la justicia y el castigo, el tema del proceso de escritura, la empatía y el amor insinuado.
Crítica: Juan José Campanella vuelve a dar en la diana, el mismo director que nos enamoró con “El hijo de la novia” y “El mismo amor, la misma lluvia”, se ha venido hasta San Sebastián con la diana, las flechas y el arco para ofrecernos la mejor película del festival, una obra redonda desde el principio hasta el final.Su solidez profesional, su capacidad como narrador y como director de actores, su facilidad para los diálogos y su manejo del humor costumbrista lo colocan entre los directores contemporáneos que sabe cómo entretener con su cine, además de hacer pensar y, principalmente, emocionar.
Una historia que va fluyendo desde el drama hacia el romance, desde el romance hacia lo policial, de lo policial hacia la comedia, y así sucesivamente, para componer una sinfonía perfecta del mejor cine que nos llega desde el otro lado del océano. Con lo difícil que es conjugar varios géneros a la vez, y que ninguno chirríe, con lo difícil que es pasar del drama a la comedia o viceversa, él lo consigue, con lo difícil que es trasladar un libreto tan denso en historias, y él lo clava.
Desde la novela “La pregunta de sus ojos” el director y el escritor se han puesto de acuerdo para aumentar el protagonismo del papel protagonizado por Soledad Villamil y así poder plasmar una historia de amor de las que quitan el hipo, y mezclarlo con las demás historias que ya contenía la novela, hechos históricos, intrigas policiales, crímenes sin resolver, corrupción política,…
Lo fundamental es que todos los personajes tienen algo que esconder, hay secretos inconfesables que sólo una mirada es capaz de delatar, sus diálogos dicen una cosa y su mirada dice otra diferente. Precisamente esto fue lo más dificil para el director, saber compaginar un guión ingenioso y fantástico con unas miradas (a través de primeros planos) que delataran que lo expresado a través de los labios no se correspondía con su pensamiento interior.
Soledad Villamil, Pablo Rago, Guillermo Godino, todos fantásticos, y por encima de ellos, un Ricardo Darín espectacular y un sorprendente Guilermo Francella, todos ellos actores argentinos que se merecen todos los halagos posibles ya que su trabajo es enorme, digno de enseñar en cualquier escula de cine, repleto de complicidad con y para el texto, una delicia.
Escenas como una en la que el juez les echa la reprimenda a sus subordinados (Darín y Francella) es destornillante, o como la que transcurre en un campo de fútbol, o aquella en la que una puerta abierta o cerrada lo cambia todo, me cuesta parar de recordar detalles, pero me reprimiré.
Lo mejor: todo
Lo peor: que al final da la sensación de que no se encuentra el final adecuado (pero es del todo perdonable), que la puedan tratar de romanticona o constumbrista (que lo es), pero es muchísimo más.
NOTA DCINE: 10
DESTINO: WOODSTOCK (Taking Woodstock) de Ang Lee
Participa en la Sección Perlas de otros festivales
Argumento: Año 1969. Elliot Tiber (Demetri Martin), un decorador afincado en Greenwich Village, Nueva York, al que las cosas le van francamente mal, debe volver a su pueblo en el estado de Nueva York para ayudar a sus padres a llevar un viejo motel llamado El Monaco. El banco está a punto de quedarse con el negocio; el padre de Elliot amenaza con quemar el edificio, pero no ha pagado el seguro; y él ni siquiera tiene dinero para llegar a casa de sus padres. Al enterarse de que un pueblo vecino ha dado la autorización para que se celebre un festival hippy de música, llama a los organizadores pensando que puede ser la ocasión de revitalizar el motel. Tres semanas después, medio millón de personas se dirigen hacia la granja de su vecino en White Lake. Elliott está a punto de sumergirse en una experiencia que definirá a toda una generación, cambiará su vida y la cultura pop para siempre.
Crítica: el realizador Ang Lee ha trasladado a la gran pantalla aquel acontecimiento, lo que ha dado como resultado este Destino: Woodstock. Basada en las memorias de Elliot Tiber, la comedia está protagonizada por Demteri Martin como Elliot, un joven que tuvo un importante papel involuntario para que el Festival de Música y Arte de Woodstock de 1969 fuera un acontecimiento histórico. Se centra en contarnos los preparativos de este festival, que puso banda sonora a toda una generación convirtiéndose, sin pretenderlo, en la cima del conocido como movimiento «hippy» en 1969. Y ahí acaba el interés por el film.
Se queda en un documental realizado en forma de comedia, con ligereza y que llega al espectador de forma agradable, es decir, no hace daño a nadie y es tan sólo un vehículo para mostrar el espíritu de aquellos jóvenes y la revolución pacífica que suposo el acontecimiento, nada más.
Ang Lee no hace valoraciones moralistas. Se limita a constatar el vitalismo, la ensoñación, la alegría, la desinhibición, el perpetuo cuelgue, el radical enfrentamiento con lo establecido de una gente que pretendía pensar, sentir, y actuar de una forma distinta.
Lo mejor: el joven protagonista, Imelda Staunton en la caracterzación de esa ruda madre anclada en el pasado, la elegante realización de Ang Lee (como siempre).
Lo peor: no emociona, no hay historias personales que enriquezcan el sudecer de los acontecimientos vividos, falta música, sobran algunos momentos edulcorados.
NOTA DCINE: 6,5
LA CINTA BLANCA de Michael Haneke
Ganadora del Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional.
Argumento: Un pueblo protestante en el norte de Alemania. 1913-1914. Vísperas de la I Guerra Mundial. La historia de los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, y de sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros. Empiezan a pasar cosas extrañas que, poco a poco, toman el carácter de un castigo ritual. ¿Quién está detrás de todo esto?
Crítica: la Palma de Oro del pasado Festival de Cannes es una densa, densísima crónica de los acontecimientos vividos en un pequeño pueblo eminentemente protestante de una Alemania a punto de entrar en la 1ª Guerra Mundial. Hechos que se nos irán desgranando poco a poco, y que tienen un mensaje claro, la semilla del nazismo, en forma de un pueblo cualquiera en donde la vida es regida por los rigurosos principios morales del puritanismo protestante, autoritarismo y sumisión forman el eje de todas las relaciones: entre los nobles propietarios de las tierras y los campesinos, entre los hombres y las mujeres, entre los padres y los hijos, sobre todo entre estos últimos.
Haneke establece una árida radiografía de esa sociedad rural, el médico que vive con la criada y mantiene una relación incestuosa, el barón propietario de todos los campos del lugar, cuyo hijo es salvajemente agredido y su hipócrita relación conyugal, el regidor de la propiedad que es además pastor y que educa a sus hijos con látigo en mano, los campesinos con sus temores y rencillas ancestrales.
Moraleja: los hijos acaban siendo un reflejo de la educación que maman en el seno familiar, pueden acabar siendo ángeles o verdaderos demonios, y nosotros somo los máximos culpables de ese destino.
Hay una premisa que hay que cumplir irremediablemente cada vez que se piensa asistir a una nueva película de Haneke, ir preparado mentalmente, y la verdad, esta vez no ha sido mi caso, no andaba fino y eran las 16h… suena a escusa, pero no lo es, tan sólo que me cuesta posicionarme entre los que le ha parecido una obra maestra (seguramente muchos) y los que les ha parecido un tostón infumable de 2 horas y media, más bien estoy entre estos últimos, pero reconozco las obras valientes y personales, y esta lo es.
Michael Haneke tenía otro título para la película, aunque finalmente cedió por el de La Cinta Blanca. Era “La mano derecha de Dios”, ya que los niños aplican al pie de la letra los ideales y castigan a aquellos que no los respetan al cien por cien.
Lo mejor: el mensaje, la ambientación, y el blanco y negro.
Lo peor: la duración, que cuesta aconstumbrarse a su ritmo, que se necesitaría una clase previa de historia para adentrase mejor en la vida de ese pueblo (su forma de pensar y de proceder, sus constumbres, sus miedos, sus problemas, su pasado), que no se la puedes recomendar a nadie (a pesar de su éxito).
NOTA DCINE: 7
ESTO ES AMOR (This is Love) de Matthias Glasner
Participa en la Sección Oficial.
Argumento: Chris y la pequeña Jenjira están escapando de la mafia. Junto a Holger, Chris rescató a la vietnamita de 9 años de las manos de unos traficantes de personas sin pagar por ella. Maggie es una inspectora de policía retirada propensa a la bebida que descubre por qué su marido la abandonó 16 años atrás. Las dos se conocen cuando Chris es acusado de asesinato. Con ocasión de innumerables interrogatorios, llegan a conocerse bien y se confiesan sus secretos temores y deseos mutuos…
Crítica: personajes sin rumbo, personajes torturados, en caída libre; retratados de forma fría y seca; y encima con dos historias con temática muy diferente y que no hacen sino entorpecer la una a la otra. Había que hilar muy fino y el director alemán lo ha intentado aunque no lo ha conseguido, no consigue darles sentido común y una molesta a la otra.
Ha sido un intento fallido a pesar de cosas de estimable valor, como el buen trabajo de los dos actores principales o la parte final de la historia protagonizada por esa inspectora en borrachera constante tratando de olvidar.
Es precisamente todo lo concerniente a esta historia lo que a mi más me ha llegado, una historia de silencios, de frases no dichas, de lo que un silencio es capaz de desencadenar. Y es la historia de pederastia la que no me he acabado de creer, por forzada y alejada de la realidad, por inflada, por reiterada.
Las dos historias, más bien los dos personajes que las protagonizan, acaban necesitándose el uno del otro para resolver su respectivos descensos a los infiernos morales y físicos.
Lo mejor: la historia de la inspectora dada a la bebida y el secreto inconfesable que ha provocado su infierno, el buen hacer de los dos actores de origen danés, la intención del director por mostrar la pederastia desde un ángulo diferente.
Lo peor: que no transmite emociones, un montaje algo caótico, mucha chicha y poca limonada, que una historia perjudica a la otra.
NOTA DCINE: 6,5
Eso es todo amigos, mañana más…
Mañana lunes:
Making Plans for Lena de Christophe Honoré – Sección Oficial
City of Life and Death de Lu Chuan – Sección Oficial
Mother de BongJoon-Ho – Perlas de otros festivales
Firmado por: «Reverendo» Harry Powell
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