Tan sólo quedan tres intensos días para que esto acabe, el tiempo pasa de forma inexorable ante nuestros ojos, seguimos intentando encontrar aquella obra que marque con hierro incandescente la edición de este año, por ahora hay unas pocas candidatas (muy pocas) que llegado el caso podrían compartir ese honor si finalmente no aparece ese trabajo que me enamore.
¿Podría ser que hoy lo hayamos encontrado?…
Desde una ventana pocas veces abierta y comentada (Especiales), hoy miércoles os hablaré de LA NOCHE QUE NO ACABA, un fantástico documental de Isaki Lacuesta (que presentó el año pasado «Los Condenados» a competición) sobre el paso por España de la actriz americana Ava Gadner, en este caso desde el prisma de personas que estuvieron cerca de ella, que la conocieron, que la observaron, y todo ello desde la trastienda, desde ese mundo no tan conocido como es el de «detrás de las cámaras».
La noche que no acaba, inspirada en el libro de Marcos Ordóñez, es un homenaje a Ava Gardner. La película, producida por el canal de televisión TCM, sigue a Ava desde que llegó a un pequeño pueblo gerundense, Tossa de Mar, en 1950 para rodar «Pandora and the flying dutchman», hasta que la actriz rueda también en España la última película de su carrera, Harem, hecha para TV y último rodado por la actriz en España.
A partir de esta premisa y a través de material de archivo de la época, Lacuesta construye un diálogo entre las dos Avas, entre la joven y la mayor, la que lo sabe todo sobre la vida y la que está empezando.
El director ha contado con las voces de Charo López y Ariadna Gil para la narración: «Como la película es un diálogo entre la Ava mayor y la Ava joven, las voces plantean el mismo juego cruzado entre las dos actrices españolas».
Dicen que Ava Gardner era borracha, fumadora empedernida, y que tuvo graves problemas sentimentales. Dicen que en España encontró lo que no pudo disfrutar en su país. Dicen que fue «el animal más bello del mundo».
Todo ello y algo más es lo que Isaki nos cuenta en esta ventana entreabierta a la trastienda de una de las más grandes actrices de la historia, no sólo por su presencia física, sino por su trabajo, y sobre todo por esa aura de diva que tan bien supo llevar durante sus casi 70 años de existencia.
Noches de flamenco, tardes de toros, borracheras, amantes,… y un largo historial de extravagancias en la España pobre e inculta de los años 50 y 60, campo de cultivo para que Ava Gadner viviera su personal felicidad fuera del control de Hollywood, lejos una sociedad que ella aborrecía, y en medio de una sociedad que le abrió las puertas de par en par para acabar convirtiéndola en icono de una época (de otro modo, más bien oscura).
Trabajo de documentación a poner en valor, aunque el montaje elegido no me termina de convencer por una mezcolanza de estilos que ofrecen síntomas de embarullado.
Para aquellos a los que no les importe tanto las formas como el contenido y quieran conocer un pequeño trozo de la historia del cine.
Para cualquier nostálgico de una época pasada y casi olvidada.
Para pasar un rato agradable escuchando historias, recopilando anécdotas, y obteniendo la siempre agradable sensación que aportan los fotogramas de los clásicos.
Puntuación Dcine: 7
Ahora es momento de hablaros de las dos películas presentadas en el día de hoy para competir por la Concha de Oro, una producción española titulada Pan Negro (basada en la novela homónima de Emili Teixidor), y un muy personal trabajo de corte documental de la directora japonesa Naomi Kawase («El bosque del luto», 2007).
El director mallorquín Agustí Villaronga, una apuesta casi segura para la rueda de los festivales, ya participó en San Sebastián con «Aro Tolbukhin» en 2002, e igualmente ha estado presente en Berlín y en Cannes, nos trae PAN NEGRO un retrato de posguerra desde el universo infantil e inocente de un niño.
En los crudos años de la posguerra rural en Catalunya, Andreu, un niño que pertenece al bando de los perdedores, encuentra un día en el bosque los cadáveres de un hombre y su hijo. Las autoridades quieren cargar el muerto a su padre pero él, para ayudarle, intenta averiguar quién los mató. En ese recorrido, se produce en Andreu el despertar de una conciencia moral frente a un mundo de adultos alimentado por las mentiras. Para sobrevivir, traiciona sus propias raíces y acaba descubriendo el monstruo que habita en él.
Película sobre relaciones personales, entre padres e hijos, entre pobres y ricos, entre vencedores y vencidos, entre adultos y niños. Un pueblo cualquiera de la Cataluña rural de los años 40 esconde entre sus calles, entre sus casas, entre sus gentes, un sinfín número de secretos inconfesables. Será el personaje de Andreu el encargado de desatar todos esos secretos que se creía enterrados.
Película sobre la transformación de un niño inocente, confiado, y con afán de descubrir cosas nuevas, en algo totalmente diferente, totalmente inesperado hasta para él.
El despertar de una conciencia infantil frente a un mundo de adultos alimentado por las mentiras.
Película sobre como la guerra afecta de forma directa sobre la moral de las personas que la sufren y como se convierte en un mazo que golpea y sigue golpeando incluso después de muerto.
Película sobre los fantasmas del pasado.
Evocadora película que bien podría integrarse entre la posible terna de candidatas al premio gordo, no tanto por las sensaciones finales que transmite (tiende a la desmesura y al melodrama) sino porque en su conjunto se trata de un buen trabajo, bien construido, mejor interpretado, y aún mejor ambientado. La película tiene el empaque de convertirse en una obra con largo recorrido, ¿quién niega que pueda empezar aquí?
Para ojos despiertos que quieran descubrir un mundo de relaciones humanas escondidos entre la maleza.
Para quienes gusten profundizar sobre un hecho histórico que marcó a varias generaciones.
Para espectadores con espíritu descubridor.
Puntuación Dcine: 8
Y una asidua a los grandes eventos festivaleros, la japonesa Naomi Kawase nos ha traido GENPIN un experimento visual a medio camino del documental y de la ficción, buen ejemplo de lo inclasificable que puede llegar a ser el arte cinematográfico.
El tocólogo Tadashi Yoshimura reflexiona sobre la relación entre el alumbramiento y la muerte, y observa, más como ser humano que como médico, que negar la muerte es negar la vida. La vida nacida a este mundo, la vida que termina en el momento del nacimiento, la vida que acaba antes del nacimiento. Las vidas no cesan como vida aislada, sino que son prolongadas por la especie, y siguen. Con el fluir de las estaciones japonesas, Naomi Kawase entra en el círculo de las mujeres que van a dar a luz en la Clínica Yoshimura y en el mundo del Dr. Yoshimura, que lleva 40 años dedicado al campo del alumbramiento natural.
Cámara en mano, luz natural, y rodeada de un mínimo escenario, Kawase nos introduce en el interior tanto material como humano de una clínica naturista afincada en Japón, y de su mano, iremos observando y escuchando las impresiones y reflexiones de quienes comparten la vivencias vividas en este lugar. La mirada de quien graba se instala cómodamente entre el anciano doctor, sus pacientes, las comadronas, sus ayudantes, los familiares cercanos, etc… y en un entorno imperturbable, de pura paz y relajación.
Todo lo observado en este «documental» parece lógico y consecuente, e incluso, sorprendentemente natural, ¿hay gato encerrado?, no lo sé, sólo sé que «mujeres del mundo» coger un billete de avión y alumbrar al hijo esperado en esa clínica, «nada es tan fácil y natural como parir» (en palabras del doctor).
Comentarios superfluos aparte, esta mañana la que posiblemente a dado a luz es la propia película, firme candidata a la Concha de Oro, por varios motivos, porque es podidamente buena en su parcela, porque espira aire de festival por todos su poros, o porque estoy seguro que tendrá sus amantes y sus detractores, algo fundamental para no poner de acuerdo a nadie y salir triunfante.
Para seguidores del género documentalista, a la vez que con una historia alumbrada a través del montaje.
Para personas sensibles con el tema tratado, «la relación entre el alumbramiento y la muerte».
Para un público abierto a otras culturas, otros métodos y otros ritmos, un público deseoso de abrir sus miras.
Puntuación Dcine: 7
Ya sólo me queda haceros un comentario sobre una pequeñísima película uruguaya titulada LA VIDA ÚTIL, ganadora el año pasado del apartado Cine en Construcción del festival (con el fin de ayudar financieramente en su posproducción final) y que ha sido dirigida por Federico Veiroj («Acné»). Participa en la Sección Zabaltegui – Nuevos directores.
Jorge (45) vive con sus padres y trabaja en una cinemateca desde hace 25 años. Desempeña tareas técnicas, de programación, y conduce un programa de radio sobre cine. La cinemateca está en una situación cada vez más crítica y Jorge, que nunca ha trabajado fuera del cine, se queda sin empleo. La vida útil cuenta cómo Jorge debe cambiar su modo de ser para adaptarse a un mundo nuevo. Quizá el cine lo ayude a sobrevivir, después de todo.
Encantador y agudo homenaje al mundo de los santuarios cinéfilos universales, las filmotecas.
Estoy casi seguro que a un amigo que conozco (y que hasta ayer andaba por aquí) hubiese disfrutado un rato con este «cortometraje alargado hasta los límites del largometraje» en el que se retrata y se homenajea de una forma entrañable a esa serie de personas anónimas que dedican su vida por entero al cine, hasta incluso el punto de desconocer que hay vida más allá de su habitat natural.
Y precisamente lo más fresco de este retrato casi costumbrista es observar como el protagonista (Jorge) debe enfrentarse a ese mundo nuevo, tan diferente y tan parecido, tan extraño y tan conocido, tan lejano y tan cercano.
La fotografía en blanco y negro, tiene que ver con lo gris que es la narración de la historia, un cuento de cine según su autor.
Para amantes del cine.
Para cinéfilos, no de boquilla, sino por vocación.
Para curiosos del séptimo arte.
Puntuación Dcine: 7,5
Firmado por: «Reverendo» Harry Powell
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