TÍTULO: ARBITRAGE (EL FRAUDE)
DIRECTOR: Nicholas Jarecki
SECCIÓN: Oficial a concurso – Película inaugural
ARGUMENTO: El magnate Robert Miller (Richard Gere), retrato perfecto del éxito tanto profesional como familiar, aparece siempre acompañado por su fiel esposa (Susan Sarandon) y por su hija y heredera (Brit Marling). Pero, en realidad, Miller está con el agua al cuello: necesita urgentemente vender todo su imperio a un gran banco antes de que se descubra que ha cometido un fraude. Además, a espaldas de su mujer y de su hija, tiene un romance con una marchante de arte francesa (Laetitia Casta). Cuando está a punto de deshacerse de su problemático imperio, un inesperado error lo obliga a enfrentarse con su pasado y con su doble moral.
CRÍTICA
Aceptable propuesta para una ceremonia de inauguración, cine comercial, y ante todo un buen thriller que arranca a la media hora y ya no para hasta la resolución final.
Con un Richard Gere como protagonista casi absoluto y muy cómodo en la piel de un pez gordo de las finanzas que se encuentra entre la espalda y la pared por culpa de sus ambiciones desmesuradas, diversos dramas familiares, su otra vida, y una cadena de errores que hacen presagiar los peor.
Con un guión bien estructurado, rico en diálogos mordaces, y hábil en la mezcla de géneros (el drama familiar, el drama financiero, y el thriller policiaco o criminal).
Con un Tim Roth, en el papel de un policía avispado y concienzudo que le va a complicar la vida y mucho al protagonista.
Y con un sinfín de moralejas llenas de actualidad (a la vez que tan viejas como la vida misma): “el dinero lo compra todo”, “nuestras vidas giran alrededor del dinero”, “hay que cambiar las reglas del juego”, “los financieros que dominan el mundo tienen sentimientos”…
Aunque lo que de verdad engancha de esta propuesta del debutante Nicholas Jarecki es su apuesta por mantener la tensión hasta el final para conocer el futuro que le depara a este hombre entre un infierno en forma de cárcel y pérdida de posición social y económica, y la posibilidad de salir de rositas de tantos engaños y de tantos frentes abiertos en su contra.
Le auguro una aceptable carrera comercial, a la vez que me quejo por el desastroso y poco apetecible elección del cartel para su estreno en España.
PUNTUACIÓN REVERENDO: 7
PUNTUACIÓN BARRY COLLINS: 6
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TÍTULO: BLANCANIEVES
DIRECTOR: Pablo Berger
SECCIÓN: Oficial a concurso
ARGUMENTO: Blancanieves es Carmen (Macarena García), una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra, Encarna (Maribel Verdú). Huyendo de su pasado, Carmen, emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de enanos toreros.
CRÍTICA
La verdad es que hay que ser, como mínimo, valiente, (o temerario dirían algunos) para atreverse a realizar una nueva versión de Blancanieves, en blanco y negro y muda. Si además esta nueva versión libérrima del famoso cuento se encuentra ambientada en la España de finales de los años veinte, y más concretamente en el mundo del toreo, la propuesta más que arriesgada parece suicida. Y sin embargo, el realizador Pablo Berger (director que debuto con la recomendable «Torremolinos 73»), no solo se ha atrevido si no que ha logrado salir claramente airoso. Recientemente ovacionada en el pasado festival de Toronto, la «Blancanieves» de Berger es una sorprendente, ingeniosa y valiente película para adultos (aunque, en un principio, pueda parecer lo contrario) que, como el clásico cine mudo, logra su objetivo de transmitir la necesaria emoción a través de unas imágenes llenas de expresividad y detalles y una muy acertada y ajustada banda sonora. Un siniestro (a ratos) drama muy español, pero también muy universal que, curiosamente, se encuentra trufado de un desarmante humor que consigue que el espectador conecte y siga en todo momento con interés las desventuras de su desdichada protagonista.
En resumidas cuentas, una muy entretenida película de impecable realización y con unas interpretaciones muy ajustadas al tono e intenciones de su máximo responsable (que van desde lo pérfido y oscuro hasta el tono más infantil y pizpireto) que, si algo pide (a gritos…y ya, ya sé que la metáfora es fácil y manida, pero no me he podido resistir a añadirla) es que el espectador acuda a verla sin ningún prejuicio.
Que la vea y que luego se haga su propia opinión sin prejuzgarla por su arriesgada apuesta formal. Ojalá logre hacerse un hueco entre el adocenado público actual. Se lo merece.
PUNTUACIÓN BARRY COLLINS: 7
PUNTUACIÓN REVERENDO: 9
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