IMAGEN DEL DÍA
El actor riojano Javier Cámara apoyando el trabajo de David Trueba y el suyo propio (mejor actor).
NOTA DESTACADA DEL DÍA
– Pasado el ecuador del festival ya hay lecturas má o menos claras respecto a las quinielas previas a las que irán apareciendo a final de semana:
La crítica se decanta a día de hoy por Le Week-End y Enemy, y en menor medida por Canibal.
Para actor ya se presuponía que estaría en las quinielas Antonio de la Torre (Canibal), y a él se le unen Javier Cámara (Vivir es fácil con los ojos cerrados), Jake Gyllenhaal (Enemy), Jim Broadbent (Le Week-End), Gregory Gadebois (Mon ame par toi guerie) o Thierry Lhermitte (Quay D’Orsay).
Para actriz hay menos candidatas por ahora… Lindsay Duncan (Le Week-End), Olimpia Melinte (Canibal), Samantha Castillo (Pelo Malo) o Nora von Waldstätten (October November).
CRÓNICA DCINE
– La mañana comenzaba con la segunda apuesta española para la Sección Oficial, una comedia ligera que ha hecho las delicias de quienes hemos asistido a su pase, se trata de VIVIR ES FÁCIL, CON LOS OJOS CERRADOS.
La escusa argumental pasa por darnos a conocer un episodio real de la vida de un ciudadano casi desconocido de la España del final de los años 60. Es el caso de un profesor de una ciudad de provincia que decidió en su día presentarse en el rodaje de una película en Almería en busca de su ídolo musical, nada más y nada menos que John Lennon, para saludarle y poder hacerle una petición que ayude a sus alumnos con el estudio del inglés (que se incluyan las letras de las canciones en los discos, algo que por entonces no se hacía).
Con este hecho anecdótico y desconocido por muchos, David Trueba consigue tejer de forma paralela una bonita historia de amistad entre este profesor buenachón y desenfadado y los otros dos personajes que se le unen en el viaje (una joven dulce y enigmática, y un adolescente que se ha fugado de casa). Y lo hace a través de un cine en el que la nostalgia juega un papel muy importante (elementos de la España de los 60), en donde el buen rollo impregna cada fotograma, en donde un sentimiento de evasión se apodera de ti durante todo el metraje.
El tono distendido facilita que muy rápidamente aceptemos a los personajes sin preguntar mucho sobre sus inquietudes, que riamos con las situaciones que les toca vivir, que deseemos que todo les salga bien, o que acabemos identificándonos con una vida pasada por muchos de nosotros conocida a través de otras películas sobre la época o por haber sido contada por nuestros padres o abuelos.
Atención especial al siempre esforzado Javier Cámara, un personaje con un corazón que no le cabe en el pecho, y que es el eje central de esta pequeña road movie, en donde también me gustaría resaltar la irrupción de la joven Natalia de Molina (me ha recordado a la María Valverde de sus comienzos), y de las aportaciones de Ramon Fontserè como el dueño de un bar (expléndido).
Película con una luz especial, que enamora por su sencillez y calidez, por su buen rollo, y su sintonía tanto interpretativa como de complicidad con el espectador que ve y escucha.
– Para de forma casi inmediata dar el salto hacia otra comedia, aunque esta vez, bastante menos ligera que la anterior.
QUAI D’ORSAY es el título de la nueva película del afamado director francés Bertrand Tavernier y hace referencia al Ministerio de Asuntos Exteriores francés en un sátira política aguda, sagaz y absolutamente cachonda, que atenta directamente contra la política de exteriores de país vecino, fijando su objetivo en el ensamblaje político y burocrático desde donde se toman las decisiones internacionales.
Adaptación de una tira cómica francesa, Arthur Vlaminck es un prometedor político de izquierdas francés ocupado en escribir una tesis para la que nunca tiene tiempo. Un día, su vida da un giro completo cuando es contratado por el ministro de derechas Alexandre Taillard de Vorms para trabajar en el Quai d’Orsay, el Ministerio de Asuntos Exteriores, como responsable de los discursos. Un puesto tan complejo como desagradecido, y que le llevará a descubrir los trapos sucios del mundo de la política.
Y es a partir de ahí que Tavernier saca a relucir todo su arte para conseguir que no paremos de sonreir y desternillarnos con las andanzas de un grupo de políticos incapaces de escribirse su propio discurso, con permanente dudas a la hora de tomar decisiones, siempre dispuestos a arrimarse al sol que más calienta, y con la veborrea necesaria para esconder sus incapacidades.
Chistes elaborados, frases con muy mala leche, un ritmo loco, y dos actores que lo bordan cada vez que aparecen en pantalla, me refiero a Thierry Lhermitte y su papel de primer ministro, y a Niels Arestrup su fiel consejero, dos elementos capaces ellos solos de crear una atmósfera casi irrespirable de idas y venidas, de ideas y contraideas, de decisiones, de situaciones de lo más estrambóticas, y de gags absolutamente fantásticos.
Cine político sí, pero al que no es necesario prestar mucha atención (a los 5 minutos estarías totalmente perdido), es mejor dejarte llevar por el frenético flujo de situaciones que puede generar un Ministerio que a posteriori más bien parece el camarote de los hermanos Marx.
Una apuesta segura para los premios de este año, si no fuera porque… se trata de una comedia, y de la adaptación de una novela gráfica, pero es hora de cambiar señores… ¿porqué no puede ser premiada una buena comedia? ¿porqué siempre hay que obligatoriamente acudir al drama de turno?
– Lo más suave para el final, una comedia romántica, en principio ligera, de esas que se ven con gusto, pero que encerraba más miga de la que se preveía. Me refiero a la nueva comedia del director británico Richard Curtis, de la que podéis ver la crítca en el espacio de la crítica.
ESPACIO PARA LA CRÍTICA
UNA CUESTION DE TIEMPO de Richard Curtis
Richard Curtis se hizo famoso enamorando a medio mundo con sus guiones para algunas de las comedias británicas más recordadas de los últimos años. Suyos son los guiones de celebradas comedias como «Cuatro bodas y un funeral», «Notting Hill» o «Love Actually» (esta última también la dirigió con notable tino).
Hoy ha sido presentada en la sección «Perlas», su última película «Una cuestión de tiempo», de nuevo una comedia romántica que ha escrito y dirigido con bastante encanto y gracia, supongo que con el fin de reverdecer laureles.
«Una cuestión de tiempo» nos cuenta la historia de Tim un joven pelirrojo y no muy agraciado físicamente que el día de su 21 cumpleaños recibe una revelación por parte de su padre capaz de revolucionar su vida por completo: tanto el como su padre y todos los varones de su familia desde hace generaciones son capaces de viajar en el tiempo. Cada uno de ellos a lo largo de los años ha usado su don para lograr en su vida todo aquello que deseaban. Para Tim lo más importante es encontrar una pareja. Cuando conoce a Mary se enamorará perdidamente de ella y a partir de ese momento utilizará su extraño poder para conseguir que ella lo ame.
Con una historia tan curiosa como esta, Curtís ha confeccionado una entretenida comedia con algunos tintes de drama que cuenta con un solvente guión, lleno de encanto y situaciones emotivas que consiguen transmitir al espectador la obsesión por encontrar el amor del protagonista que tampoco dudará en intentar que los que le rodean también encuentren la felicidad a través de este sentimiento universal. Un argumento que se sale algo de los cánones de este tipo de películas (por suerte no usa el manido esquema de «chico busca chica, chico pierde a chica, chico recupera a la chica tras aprender una lección) y que es verdad que quizás peque de cierta bonhomía y azúcar que a más de uno se le atragantará, pero que sabe utilizar todos sus elementos para lograr lo que pretende, que el espectador salga con una sonrisa en la cara y el corazón algo más alegre que cuando entro. Y eso no es poco.
Barry Collins
AVANCE PARA EL DÍA SIGUIENTE (miércoles)
– CLUB SANDWICH (Sección Oficial)
– A TOUCH OF SIN (Perlas de otros festivales)
– UN LARGO VIAJE (Sección Oficial)
Firmado por: «Dcine»
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