Cuarto día en el festival, jornada en la que se han podido ver: AMAMA de Asier Altuna (la segunda película rodada en euskera que participa en Sección Oficial después de Loreak el año pasado); EVA NO DUERME de Pablo Agüero con Gael García Bernal, Denis Lavant, Daniel Fanego e Imanol Arias, y también en Sección Oficial; la francesa TROIS SOUVENIRS DE MA JEUNESSE de Arnaud Desplechin, dentro de Perlas de otros festivales; o la esperada propuesta HIGH RISE de Ben Wheatley dentro de la Sección Oficial con Tom Hiddleston, Sienna Miller, Jeremy Irons, Luke Evans
FOTOS DE LA JORNADA
RESUMEN DEL DÍA
Cuarto día y en plena forma, aunque nos empezamos a poner nerviosos por no encontrar esa obra redonda que enviar a nuestro zurrón de joyitas festivaleras… y seguiremos de vacío.
Ya empiezan a escucharse voces en contra del nivel de películas seleccionadas para la Sección Oficial (al menos por buena parte de la crítica acreditada).
AMAMA de Asier Altuna no es comparable a LOREAK (va por otros derroteros visuales y argumentales) pero ayuda de forma notable a que la buena racha del cine vasco continúe muy arriba. Notable ejercicio visual, un tanto austero en el contenido, pero elegante en la forma de describirlo, un rico trabajo de dirección que bien habría que tener en cuenta.
Aplausos unánimes y alargados en los pases (reforzados por el entusiasmo del público local) y en mi opinión merecidos, una historia de generaciones enfrentadas, una especie de «rebelión en el caserío», una reflexión sincera sobre la tradición.
Una de esas películas que se explican muy bien a través de su argumento: «El caserío representa un mundo antiguo, una forma de vida, sabiduría y valores, que se desvanece ante nuestros ojos. El caserío es familia, un clan que tiene sus raíces en lo mas hondo del conocimiento heredado por siglos. La familia es el lugar donde chocan dos mundos, donde se rompe el cordón entre padres e hijos. Los hijos de Tomas e Isabel experimentan el conflicto entre el mundo antiguo y el nuevo. Cómo vivir en la ciudad sin dar la espalda al caserío, cómo liberarse del caserío sin romper la cadena de conocimiento, cómo elegir su camino sin traicionar a sus antepasados. Amaia, hace frente a esos dos mundos que habitan en ella a través del arte. Para encontrar su camino debe salir del caserío, enfrentarse a su padre, provocar heridas y romper el vínculo. Sólo podrá avanzar si encuentra el modo de convivir con la herencia de sus predecesores. Entre tanto, la abuela observa a todos. Como si su mirada diera sentido a esa mutación, un mundo que se acaba y otro que parece surgir».
Te reconforta porque aunque sus partes eminentemente artísticas (y presumiblemente reflejo de la vida moderna) pudieran lastrar el conjunto, se ven equilibradas con el drama familiar, la excelente factura técnica, la acertada elección de sus protagonistas… película brillante y con alma, una joyita que no debería pasar desapercibida… no se si para premio, pero casi.
Pablo Agüero nos ha presentado un ejercicio de «arte y ensayo» más propio de la sección Zabaltegui que de las características habituales de una sección oficial de San Sebastián, me refiero a EVA NO DUERME, un formalmente atrevido documento histórico sobre la odisea del cadáver embalsamado de Eva Perón hasta su entierro en Argentina 25 años después… un supuesto misterio histórico (no tanto en Europa y menos en España) que bien podría haber sido tratado con formas menos manieristas, menos solemnes; algo que acaba aplastando el fondo, provocando que perdamos el interés de todo lo ocurrido, de los sentimientos provocados, de la leyenda generada.
Interesantes y acertadas imágenes de archivo (buen trabajo de archivo), algún que otro momento cine-teatral logrado, y un regalo para los amantes de la figura de Evita; pero en el resultado final, que es lo que a mí me interesa… frialdad en su conjunto, dosis de indiferencia, un intento poco atractivo de empaparme de un icono de la historia argentina, en verdad se relata más bien poquito (igual por la falta de información) y es una pena.
El francés Arnaud Desplechin se pasó por la Quincena de Realizadores del pasado Festival de Cannes con TROIS SOUVENIRS DE MA JEUNESSE, un paso que fue muy elogiado y también premiado, y que ahora es presentado aquí a través de Perlas de Otros Festivales.
Una de esas películas a la que accedía con depositadas ganas, pero que se han ido diluyendo a medida que se iba alargando el devenir romántico de la pareja protagonista, una petardada cargada de un exceso de pedantería juvenil, en cada segundo, en cada momento.
Y si a eso le sumamos que todo comienza con una historia muy alejada de todo lo que después vemos, pues doble decepción, más si cabe porque al principio lo veías con interés, e incluso esos primeros encuentros y desencuentros juveniles son de interés… hasta que todo se alarga, todo se repite, todo se hace más y más agotador.
Que HIGH-RISE de Ben Wheatley adaptando a J. G. Ballard era un riesgo muy alto (dicho por el propio Rebordinos) para su paso por la Sección Oficial, era algo de lo que ya estábamos avisados… que fuera a dividir, era de esperar… lo que un servidor no esperaba era que la indiferencia se instalara en mi mente, que mi única conclusión tras casi dos horas sería: «olvídate cuanto antes de ella, no vale la pena analizar semejante disparate malsano, una tomadura de pelo en toda regla».
No se trata de entender sus mensajes, ni de aceptar que ni el mismísimo Terry Gilliam hubiera podido firmar esta bizarrada, se trata de hacernos creer que semejante bizarrada es algo que puede fascinar… pero nada más lejos de la realidad. No hay lugar a polémicas cinéfilas, interés en ello… 0.
OPCIONES DE PREMIO…
AMAMA: en mi opinión, un trabajo muy interesante que bien podría obtener el premio a mejor director, así como entrar en la terna de posibles candidatas a la Concha de Oro o a una Mención Especial del Jurado.
CRÍTICA FIRMADA POR: BARRY COLLINS
HIGH-RISE de Ben Wheatley
Bien, pues el resultado es, para el que esto escribe y sin afán de no herir ninguna sensibilidad, un desastre sin paliativos. Lo que podría haberse convertido en una interesante alegoría de la sociedad actual, una crítica al desaforado capitalismo que rige nuestros días desde los años 70, es un auténtico desastre en el que lo que debería ser metáfora se convierte, merced a una demasiado exagerada explicitud, en simple parodia. Parece como si, a medida que la trama avanza y todo se empieza a degenerar, a los guionistas (el propio realizador y Amy Jump) se les hubiera contagiado esa degeneración y, faltos de ideas, hubieran optado por la acumulación de barbaridades y procacidades varias sin el más mínimo sentido del rigor.
Había material y mimbres, pero todo se viene abajo por un burdo afán por empatar al espectador, que termina aburrido y desconcertado ante tamaña acumulación de despropósitos.
Vamos una pena y una ocasión de hacer algo interesante totalmente desaprovechada (por no utilizar otras palabras mas explícitas y mal sonantes que en este texto no tienen cabida…) y es que aveces, aunque algunos se empeñen en lo contrario, menos es más.
Escribe un comentario