CRÓNICA DEL MARTES 25 DE SEPTIEMBRE
Quinto día de Dcine.org en el Festival
Sobre cuales han sido mis sensaciones, algo de opinión, y un poco de crítica…
Firmado por Reverendo
SECCIÓN OFICIAL
ANGELO de Markus Schleinzer (Austria) – Sección Oficial a concurso
Historia basada en la vida real de Angelo Soliman. Africano nacido en el siglo XVIII que, con tan solo 10 años, le obligan a dejar su hogar y le envían a otro continente. En Europa, se convierte en sirviente de la corte de la nobleza. Sin embargo, al ser tan diferente del resto de ayudantes se convierte en una atracción apreciada entre la alta sociedad. Todo cambiará cuando se enamora y se casa con una criada. Angelo volverá a sentir el rechazo de la corte.
Todo pintaba bien (una burguesia hipócrita y una Europa racista) hasta que nos hemos visto lastrados por la «moda» de intentar contar la historia de «otra manera»… lo que la convierte en una película plomiza, o lo que es lo mismo, en un tostón… con los típicos planos alargados hasta la extenuación, un cansino ritmo, frialdad hacia el espectador (digamos que poco a poco la película nos va echando de la sala).
Bastantes deserciones durante la película y tímidos silbidos al finalizar …
NOTA: 5 de 10
IN FABRIC de Peter Strickland (Reino Unido) – Sección Oficial a concurso
Y ahora toca hablar de la que, para más de uno, de dos y de tres, va a ser la sensación del festival, me refiero a «In fabric» del muy «marciano» realizador británico Peter Strickland, un extraño, hipnótico y desatado pastiche que no dejará indiferente a nadie y que, eso sí, conviene no tomarse muy en serio para poder disfrutarlo sin rasgarse las vestiduras.
Y es que es complicado intentar describir esta singular e irónica cinta. Es tan curiosa que resulta difícil hasta valorarla. Digamos que es más fácil de ver que de explicar, y que son tantas las sugerencias y los pequeños detalles que la jalonan que es de esas películas que invitan a hablar de ellas durante horas (aunque sí es con varias cervezas de por medio, mejor).
Pero, ya que estamos, intentemos aclarar más o menos qué es a lo que se enfrentará su futuro espectador para que, al menos, esté avisado: tomando como punto de partida visual y estético el «giallo» italiano de los setenta y ochenta, y mezclando un muy perturbador humor que en muchas ocasiones roza el disparate, un terror de saldo de película directa a vídeo, una trama en la que podemos encontrar satanismo, brujería, un «objeto asesino» con muy malas pulgas, sexo softcore, y una amplísima lista de referencias de todo tipo y condición, «In fabric» es una divertida película episódica en la que se narra la surrealista historia de un curioso vestido con ansias de sangre… Y hasta aquí podemos contar.
NOTA: 6,5 de 10
ILLANG: LA BRIGADA DEL LOBO de Kim Jee-woon (Corea del Sur) – Sección Oficial a concurso
Basada en el anime japonés «The Wolf Brigade» (1999) escrito por Mamoru Oshii.
Más allá de alguna que otra secuencia de acción relevante, más allá de una factura audiovisual potente, más allá del atractivo de imaginar una Corea unificada gracias a una interesante distopía futurística… la película resulta fallida, que no mala.
Sólo es entretenida por su enérgica puesta en escena… pero la historia romántica no cuela (en gran medida por la nula química de sus protagonistas), su laberinto argumental provoca que no nos enteremos muy bien de la trama, y las motivaciones de los personajes son muy tibias o directamente mal explicadas. Por lo que la conclusión es: a años luz de «Encontré al diablo» (2010)… la anterior película que pudimos ver a concurso en este festival.
NOTA: 5 de 10
FOTOS DE LA JORNADA
CRÍTICA DEL DÍA
De entre todas las películas vistas en el día de hoy, elijo una y la valoro, la examino, la enjuicio…
Hoy quiero hablar de
Firmado por Barry Collins
TIEMPO DESPUÉS de Jose Luis Cuerda (España) – Proyecciones Especiales
Es curioso cómo el gran realizador albaceteño, José Luis Cuerda se las ingenia para hablar de una forma tan incisiva y con tan mala baba de la España de hoy (y de siempre, porque hay cosas que, por desgracia, no hay dios que consiga que cambien…) en una película que, como él mismo nos cuenta en off en la «descacharrante» presentación de la misma, «se desarrolla en la España de 9177 «mil años arriba, mil años, que tampoco hay que pillarse los dedos». Le basta una mínima historia, en la que nos relata una trama que más o menos se podría resumir así: en un futuro muy, muy lejano el mundo ha quedado divido en dos, por un lado están «los parados», que viven en pobres chabolas en medio del bosque, y por el otro los que tienen trabajo y viven bajo un orden jerárquico, que en este caso habitan en un gigantesco rascacielos y que, por un pequeño malentendido que se va haciendo cada vas más grande, terminan enfrentándose en un conflicto y generando una revolución que, mala leche mediante, nos viene a recordar la amargura «lampedusiana», hagamos que todo cambie para que todo siga igual… Eso y humor, mucho humor.
Tras la ya mítica «Amanece que no es poco», la menos conocida «Total» (un medio metraje creado para rtve), «Así en la Tierra como en el cielo», y la película que aquí comentamos y ha sido estrenada en el presente festival, «Tiempo después», ya son cuatro las películas en las que, a través de un surrealismo muy curioso y propio que, sin embargo, sabe conectar muy bien con el espectador, y un humor castizo, en muchos casos absurdo, pero muy reconocible, Cuerda disecciona la realidad de nuestro país con una precisión envidiable, casi quirúrgica, en un muy bienvenido regreso que nos demuestra además, y por suerte, que el director se encuentra en plena forma. Y aunque esta última película sí que es cierto que no es tan redonda como alguna de las anteriores, el resultado sigue siendo todo un disfrute para el espectador al que va dirigida la película, ese público sabedor de qué es lo que le espera al visionar su ajustado metraje: una larga lista de chistes de todo tipo y condición, surrealismo, crítica social a todos los niveles, múltiples referencias literarias y fílmicas (se atreve incluso con «Blade Runner»), citas filosóficas y, sobre todo, vitriolo en cantidades industriales. Añadamos un elenco de actores en estado de gracia y una dirección funcional pero efectiva, y tendremos como resultado esta entretenida e incisiva radiografía de nuestro amado y denostado país, que no es poco…
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